Fundación Hay Salida: El apego y sus estilos
En el mes de septiembre pasado publicamos el resumen de la investigación efectuada con nuestros pacientes sobre la relevancia del apego inseguro en las adicciones. El 92% de nuestros pacientes presentaban este apego en comparación con el conjunto sin adicciones donde este representaba el 46%. En esta segunda distribución enseñamos el término de apego y sus distintas estilos.
2 – Patologías hepáticas
- El consumo de alcohol perjudica al hígado y se encuentra dentro de las primordiales causas de hepatitis y cirrosis.
- Múltiples géneros de substancias afectan al hígado de manera severa. Es común que la gente adeptas tengan un color amarillento gracias a los inconvenientes con el hígado.
- El consumo de drogas hace el incremento de la grasa del hígado. Esto se origina por que estas grasas no se queman con regularidad, y al no quemarse con regularidad genera que el hígado no complete bien sus funcionalidades.
- La insuficiencia renal crónica es habitual en adeptos al alcohol.
- Pero prácticamente todas las substancias acaban atacando el desempeño de riñón. En los adeptos que llevan consumiendo bastante tiempo, es común que el riñón deje de remover los desechos.
Resumen
“Esta afirmación habitual no posee prueba y lleva a una mala política. La noción de que la adicción a las drogas es una patología del cerebro se volvió axiomática.”
El lado humano
Varias indagaciones efectuadas a lo largo de las últimas 2 décadas trataron de saber de qué forma empieza el abuso de drogas y de qué forma avanza, probando la dificultad de este inconveniente y de la considerable suma de causantes protectores y de peligro comprometidos.
No obstante, una gran parte de la sociedad no entiende esta patología y considera que padecer una adicción a las drogas es consecuencia de un consumo voluntario, reiterado y sin freno ─“consumo pues desean”, “no meritan asistencia ” , entre otros muchos. Esta percepción repercute sobre las víctimas y sus familias en puntos como confrontar a adversidades para entrar a servicios de salud e inclusive su reinserción popular.
‘Craving’ y desencadenantes
En un caso así, la viable presencia de ciertos «desencadenantes» (esto es, estímulos ambientales reforzados por años de adicción) fortalece el «craving», es o sea, el deseo imperioso y también irrefrenable de consumir substancias o jugar: por poner un ejemplo, el fragancia a cerveza muy cerca, un aviso de un casino, el banco público donde el camello está aguardando.
El alcohol y otras drogas (heroína, cocaína, éxtasis, cannabis, calmantes e inclusive tabaco) actúan por igual en el cerebro. Incrementan el nivel de dopamina (primordialmente, pero asimismo otros neurotransmisores) en el sistema de recompensa, creando una sensación de exitación que puede transformarse en una adicción.