informacion sobre la adiccion a los moviles

por Ángela Funez.

Todos nos encontramos tolerando de determinado nivel de adicción en los teléfonos móviles inteligentes, pero pocos progenitores saben el daño intelectual y sensible que esta adicción puede ocasionar a los pequeños, en especial a los mucho más pequeños. Según estudios de neurociencia, los tres primeros años de vida es en el momento en que mucho más velozmente se desarrollan las habilidades lingüísticas, sentimentales, sociales y motoras del cerebro. Por poner un ejemplo, en este periodo se forman entre 700 y 1.000 novedosas conexiones neuronales por segundo. El avance del vocabulario empieza entre los 15 y los 18 meses y prosigue hasta los años preescolares.

Identifica la causa por la cual deseas prosperar

Quizás no deseas achicar la utilización del teléfono pues el dispositivo te semeja considerablemente más divertido y gratificante que otras ocupaciones que podrías estar realizando.

Admitir el valor de limitar la utilización del teléfono es una sección primordial para desarrollar y sostener la «motivación intrínseca para efectuar un cambio», ha dicho la Dra. Smita Das, presidenta del Consejo de Psiquiatría de la Asociación De america de Psiquiatría y maestra clínica socia de psiquiatría y ciencias del accionar en la Facultad de Stanford.

Una observación en hondura

Sloan Management Review del MIT publicó un ensayo capaz: los instructores de 2 academias de negocios en Italia y Francia hicieron que renunciar al teléfono capaz para un día fuera un requisito de los alumnos en sus tutoriales. La mayor parte de los alumnos, que podían planear qué día dejarían los teléfonos, sintieron cierto nivel de ansiedad. No sabían qué llevar a cabo transcurrido el tiempo plus, desde el desayuno hasta viajar en transporte público. Asimismo apreciaron la continuidad con la que la gente que tenían teléfonos los examinaban -un estudiante apuntó que su amigo examinaba el teléfono 4 ocasiones en un periodo de diez minutos- y que probablemente de esta forma era como ellos mismos lucían en un día habitual.

Una investigación previo, en EEUU, que asimismo logró que los jóvenes renunciaran a sus teléfonos, halló que se ejercitaban peor en las tareas mentales en el momento en que estaban en “abstinencia” y presentaban síntomas fisiológicos, como el incremento de la continuidad cardiaca y la presión arterial. Asimismo sintieron una sensación de pérdida o disminución del yo extendido: los teléfonos.

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