criterios diagnosticos adiccion al sexo dsm v

El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) (American Psychiatric Association , 2013) no incluye en sus diagnósticos lo que generalmente se define como adicción al sexo aduciendo que, calificados por ciertos como adicciones comportamentales, no hay suficientes datos científicos para entablar los criterios diagnósticos y las especificaciones de su curso (APA, 2013, p. 481). El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV) (APA, 2013) únicamente hacia una referencia lejana a esta viable adicción como Trastornos del control de los impulsos no clasificados en otros apartados, si bien paradójicamente hacía referencia a una viable hipersexualidad indiscriminada en la insomnía principal recidivante; al paso que en el Trastorno sexual inducido por substancias, solo consideraba (quizás de manera poco verdadera) en el momento en que el síntoma predominante es la sepa o disminución del deseo sexual; y ahora en el DSM-5 solo se refiere en un caso así a un trastorno de la función sexual. Considerada como una nosología que se identifica por una preocupación intensa y repetitiva por fantasías sexuales, impulsos y formas de proceder que llevan a la persona a presenciar secuelas desfavorables y un malestar clínicamente importante en áreas como el trabajo, el ambiente popular u otras caracteristicas de la vida de la persona (Castro, Ballester y Gil, 2015), Kafka (2010) ha propuesto, a fin de su inclusión en el DSM-5, la denominación como Trastorno Hiperexual a esos «excesos» no parafílicos del accionar sexual que muestran patentizas epidemiológicas y clínicas, introduciendo que los «excesos» no parafílicos del accionar sexual tienen la posibilidad de estar acompañados de angustia personal clínicamente importante y morbilidad popular y médica. No obstante, por último se rechazó la inclusión en el DSM-5 de la iniciativa de Kafka (2010) que resumimos ahora; si bien prosiguen mostrándose de manera exitosa ensayos, tal como una investigación continua en USA y Europa que tiene dentro los instrumentos operativos de definición y clasificación socios con el trastorno hipersexual (Kafka, 2013).  Tiempo elevado consumido para meditar, planear y comprometerse en el accionar sexual.  Emplear el sexo para realizar frente o «automedicarse» usando el accionar sexual en contestación a irritabilidad, depresión y aburrimiento.  Utilizar fantasías, impulsos y hábitos sexuales en contestación a acontecimientos o situaciones agobiantes de la vida.  Procurar supervisar o achicar los hábitos sexuales, pero sin ser con la capacidad de llevarlo a cabo de forma exitosa.  Formar parte en hábitos sexuales pese a estar conscientes, pero no tener en consideración el peligro de daño físico o sensible importante que esta conducta podría ocasionar a uno mismo oa el resto. Aparte del tradicional método de insuficiencia o deterioro personal o popular clínicamente importante. Donde se incluiría el deterioro personal y de relaciones, la interferencia con ocupaciones expertos, tal como una mayor prevalencia de infecciones de transmisión sexual.

Miguel Colomer Miranda American Psychiatric Association. (1994). Diagnóstico criteriafrom DSM-IV. Whashington: Creador. American Psychiatric Association. (2013). Diagnóstico y statistical manual de mental disorders (DSM-5). Arlington, VA: Creador Castro, J., Ballester, R. y Gil, M. D. (2015). Compulsividad sexual. Confluencia y prevalencia entre medidas. Ágora de salud, 2,partido popular. 205-213.doi: http://dx.doi.org/diez.6035/AgoraSalut.2015.2.20 Kafka, M. P. (2010). Hypersexual dissorder: A proposed diagnosis for DSM-V. Archives of sexual behavior, 39(2), pág. 377-400. Kafka, M. P. (2013). El avance y evolución de la criteria para novedosas proposiciones de diagnosis para DSM-5: Hypersexual dissorder. Sexual Addiction&Compulsivity, 20(1-2), pág. 19-26.

RESULTADOS Y DISCUSIONES

Las teorías modernas sobre el instinto sexual, iniciadas a fines del siglo 19, llevaron una mayor base al término de perversión sexual, realizando que el sexo abandone el campo puramente reproductivo y también influya en otras esferas del ambiente popular (VALAS, 1990). Foucault (1984) afirma que «exactamente el mismo término ‘sexualidad’ comenzó tarde, a inicios del siglo XIX» (FOUCAULT, 1984, p. 09), pero pese a los adelantos relacionados con la experiencia de la sexualidad humana, esta ciencia todavía se encontraba limitada al campo de la moralidad, y todo cuanto salía de la esfera reproductiva era tratado como desviación (VALAS, 1990). De esta manera, el estudio de los bienestares se llevó a veces religiosa, pedagógica y judicial (FOUCAULT, 1984).

Valas (1990) aborda que a lo largo de finales del siglo XIX e inclusive principios del siglo XX, las perversiones sexuales estaban “enlazadas a síndromes impetuoso y obsesivos” (VALAS, 1990, p. diez) y se centraban en el campo médico-legal. De esta forma, la masturbación, la ninfomanía y la sacríasis, por servirnos de un ejemplo, estaban al precaución de los llamados alienistas, que asimismo se dedicaban a tratar otras especies de trastornos, como la necrofilia y la pederastia. El creador discute asimismo la investigación del psiquiatra alemán Richard Von Krafft-Ebing, que estudió las formas mucho más variadas de “desviaciones sexuales”, y aportó enormes contribuciones inherentes a la sexualidad humana.

Secuelas de la adicción al sexo

En este momento que conocemos en hondura la hipersexualidad y ciertas causas, es primordial comprender cuáles son sus secuelas, tanto a corto como en un largo plazo. Como la mayor parte de adicciones, un individuo no comienza a desarrollarla pensando en lo malo que este accionar logre tener, no obstante, la adicción al sexo está relacionada con los próximos inconvenientes:

  • Inconvenientes en las relaciones entre personas
  • Ansiedad y también irritabilidad en el momento en que no se logra tener relaciones íntimas
  • Baja autovaloración
  • Inconvenientes con el control de impulsos
  • tixag_14) Inconvenientes económicos si la hipersexualidad se ve implicada en círculos de prostitución, cibersexo o pornografía de pago

  • Pérdida progresiva de otras ocupaciones agradables
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los criterios diagnósticos de la hipersexualidad, entre los requisitos es que la persona se halle por lo menos en la adultez temprana. En este sentido, la hipersexualidad no podría diagnosticarse en pequeños.

Si hay formas de proceder sexuales que se perciben como excesivas para los mayores, esto puede deberse a otras cuestiones similares con el avance psicosexual y la socialización (no propiamente a una adicción al sexo). Esto último puede trabajarse por medio de una educación sexual correcta.

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