La aparición y el apogeo progresivo de las novedosas tecnologías fué paralelo al surgimiento de una exclusiva expresión de un viejo fenómeno: La Adicción. Telefonía móvil inteligente, juegos para videoconsolas, computador, Internet, chats, etcétera… constituyen supuestamente el origen del inconveniente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta que una de cada 4 personas padece trastornos de conducta relacionados con las novedosas adicciones. Puede hablarse de adicción en todos esos casos en los que la afición interfiere en la vida día tras día, o en el momento en que se ejerce esta afición por no pasarlo mal en lugar de pasarlo bien.
La adicción a la tecnología es verdadera
Admitir la relevancia de estudiar a llevar a cabo un empleo acertado y medido de la tecnología, y utilizar el término de confort digital a nuestras vidas deja sacar mucho más beneficio y eludir caer en adicciones. 😉
Según el producto médico ‘Ciberadicciones. Adicción a las novedosas tecnologías del Congreso de Actualización en Pediatría AEPAP, la utilización elevado o la adicción a las novedosas tecnologías hace cambios en el accionar de la gente, en especial en pequeños, jovenes y jóvenes.
Mejor impedir que sanar
Como en todas y cada una de las facetas de la vida, más que nada en aquellas en las que la salud está en juego, impedir siempre y en todo momento es preferible que sanar. Y, para Soto, esta prevención pasa por exactamente los mismos consejos que servirían para algún otro hábito saludable en el que deseamos educar a nuestros hijos: “Educar, dejar, corregir, respaldar, remarcar, acompañar… Hablamos de partir de un contexto mucho más controlado, con límites, para después, de a poco, ir relajando estas pautas y ayudándoles a ser autónomos, a fin de que ellos mismos sepan controlarse”.
El especialista admite que los progenitores están frecuentemente perdidos en este nuevo contexto, y de ahí que “asimismo ellos tienen que hallar su ubicación”. De ahí que en el Centro Triora Montealminara de Málaga insisten bastante en las pautas y en los límites que poner los inferiores y que sirvan para regular la utilización de la tecnología en el campo familiar. “En pequeños inferiores de diez años hemos de estar a su lado y alerta toda vez que se mueven por un ambiente en línea, por el hecho de que no tienen madurez. Con pequeños mayores debemos instruirlos en un óptimo empleo. Si esto lo hacemos a edades tempranas, probablemente en la adolescencia logren tener algún pico de mayor empleo, pero no inconvenientes de mal empleo o abuso”, enseña.
¿De qué forma impedir la adicción a la tecnología?
Según el psiquiatra y doctor Jaume Eroles, “cualquier actividad que hace satisfacción en nuestra vida día tras día, puede transformarse en conducta adictiva si se pierde el control sobre su empleo. No es requisito tener una predisposición a la dependencia de las TIC, sino inadvertidamente se puede pasar de manera progresiva del empleo al abuso ahora la dependencia; del divertimento al vasallaje”. Además de esto, señala que generalmente se ha considerado un trastorno propio de la adolescencia, con raíces en aprendizajes y anormales en la niñez, pero que los mayores no están exentos de estos peligros.
Según el libro anunciado en 2012 y escrito por Enrique Echeburúa y Ana Requesens, ‘Adicción a las comunidades y novedosas tecnologías en pequeños y jovenes’, para detectar si un individuo es adepta, tienen que cumplir algunas peculiaridades: inclinación desaforada a su utilización, su empleo participa dificultosamente en la vida diaria, crea dependencia y se siente un síndrome de abstinencia.
El efecto amenazante del abuso de la tecnología en distintos campos
- Peligros relacionados con el sexo y la condición sexual
(tixag_s) Internet posibilita la puesta en marcha de hábitos exagerados, como el acoso sexual.