Adelantos científicos en la prevención y el régimen del trastorno por consumo de substancias y sus acontecimientos conexos a la política pública
– De qué manera marcha este sistema en un cerebro tras un consumo puntual
El sistema límbico es el responsable del comienzo de las adicciones. Las primeras dosis de sustancia impulsan a los centros de recompensa en el sistema límbico y generan un efecto placentero. No obstante, la administración repetida de una sustancia genera cambios en el sistema límbico que alteran los circuitos cerebrales de recompensa. La excesiva estimulación de este sistema acarrea, en la gente predispuestas, a cambios bioquímicos permanentes, que intervengan la reacción adictiva, mudando su desempeño y contestación a los estímulos ambientales. Este es el sistema más esencial implicado en el avance de la adicción.
En el dependiente, actividad del córtex reduce de manera progresiva a lo largo del consumo repetido de drogas, produciéndose una pérdida del control racional que ejercita esta composición sobre la conducta.
¿De qué forma la estimulación del circuito de exitación del cerebro nos enseña a proseguir consumiendo drogas?
Nuestros cerebros están conectados para asegurar que repetimos las ocupaciones vitales al asociar estas ocupaciones con el exitación o la recompensa. Toda vez que se activa este circuito de recompensa, el cerebro nota que sucede algo esencial que precisa rememorar, y nos enseña a llevarlo a cabo constantemente sin meditar en ello. Ya que las drogas adictivas impulsan exactamente el mismo circuito, aprendemos a abusar de las drogas por igual.
En el momento en que se toman ciertas drogas adictivas, tienen la posibilidad de dejar en libertad de 2 a diez ocasiones mucho más la proporción de dopamina que las recompensas naturales, como comer y tener sexo. En ciertos casos, esto sucede prácticamente inmediatamente (como en el momento en que las drogas se fuman o se inyectan), y los efectos tienen la posibilidad de perdurar considerablemente más que los producidos por las recompensas naturales.
La persona adepta de a poco fué teniendo cambios sobre multitud de contextos: campo popular, como el abandono progresivo de ocupaciones previamente agradables; el campo laboral en el que se marcha reduciendo la efectividad del ejercicio o se aumenta el absentismo; en la esfera interpersonal reduciendo las relaciones y con uno mismo.
Al tiempo, perjudica a multitud de áreas; fisiológica, física, sicológica, etcétera. Aquí vamos a comentar, resumidamente, los cambios en el cerebro que padece un dependiente.
¿Qué efecto generan las drogas en el cerebro?
El consumo crónico de drogas químicas, alcohol, tabaco, o los hábitos viciosos a la comida oa la inanición, a las compras, o los juegos de azar o la suplantación de la identidad en Internet, se apropian del circuito de recompensa, y desarrollan un acondicionamiento. Esto es, un accionar automático relacionado a una sensación de confort, premio.
No solo afectan al desempeño del cerebro, sino más bien asimismo a nuestra composición cerebral. Al cotejar el cerebro de personas sin adicción y una adepta por servirnos de un ejemplo en la cocaína se ha comprobado que reduce la actividad de distintas áreas. Y se vió que el cerebro de jóvenes adeptos a los juegos de papel de Internet muestra una secuencia de daños en las fibras que conectan distintas áreas cerebrales.