Ahora exponemos un modelo general para el régimen de cualquier adicción. Con esto se puede observar asimismo que las comunalidades entre estas dejan partir de un modelo general de régimen, si bien existe alguna técnica concreta para adicciones específicas como observaremos en un punto posterior.
Las fases de un régimen para un individuo con una adicción se compone de las etapas de demanda del régimen, evaluación, régimen y rastreo. Además, en el régimen, se distinguen seis fases: desintoxicación o cuidado; deshabituación sicológica o consecución de la abstinencia de la substancia o dejar de efectuar la conducta; normalización, cambio de modo de vida previo y búsqueda de novedosas misiones elecciones a la adicción; prevención de recaídas; programa de cuidado o programa de soporte a corto, medio y largo período; y, en el momento en que sea preciso, programa de juego controlado o programas de reducción de daños (ej., en la dependencia de la heroína). Además de esto, en este como en otros trastornos, y por los inconvenientes socios al mismo, el sicólogo debe arrancar todos y cada uno de los elementos terapéuticos libres que nuestra ciencia nos da.
Incremento del umbral del exitación: pérdida de control
La substancia adictiva y los estímulos que se relacionan con la pérdida de control consiguen un enorme poder de recompensa que predomina sobre algún otro estímulo satisfactorio .
Esto se genera por acondicionamiento y desajustes en el umbral del exitación, con lo que la persona se habitúa a escenarios de exitación altísimos producidos por la sustancia y otro estímulo no es con la capacidad de provocarlo.
Las drogas fueron, son y van a ser, por una parte, esta clase de cosas a las que los progenitores de pequeños en edad infantil no dan relevancia para opinar que queda lejísimos de sus hijos y, del otra, ese enorme tabú para los progenitores de jovenes que piensan que con la prohibición es bastante, pero la verdad es que están equivocados. Las drogas están considerablemente más cerca de los pequeños y jóvenes de lo que imaginamos. De ahí que debemos comprender accionar dada esta problemática y la mejor forma de llevarlo a cabo es aprendiendo a educar desde las primeras etapas de vida de nuestros hijos.
La familia se considera el eje central en el desarrollo de avance infantil, puesto que es el ambiente mucho más próximo y también inmediato al niño. Además de esto, actúa como mediadora en oposición al resto de ámbitos sociales y académicos donde se lleva a cabo. De ahí que tenemos la posibilidad de asegurar que la predominación que ejercita la familia es dominante más que nada durante la niñez y que puede llegar a perdurar toda la vida.
Este es la causa por la cual debemos proteger y ser coherentes con nuestros actos en tanto que exactamente la misma a la familia se le entrega el atributo de ser el primordial ambiente asegurador en oposición al consumo de drogas , asimismo puede transformarse en un ambiente de peligro en condiciones desfavorables.
Políticas integrales centradas en la persona y no en la sustancia
Los gobiernos de América Latina y del Caribe, con el acompañamiento de actores clave como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ), la Comisión de Drogas CICAD/OEA, la sociedad civil y algunos programas de cooperación como COPOLAD, ahora están elaborando políticas integrales con este enfoque. El abordaje integral se enfoca en la prevención, la intervención temprana, el régimen, la rehabilitación y la reintegración popular, tal como en el fortalecimiento de la administración de los sistemas de salud y en la reducción de las secuelas desfavorables similares con el consumo.
Un caso de muestra es Argentina, cuya Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (SEDRONAR) se ha enfocado en situar a la persona en el centro y trabajar desde una visión popular para recobrar su salud, su integridad popular y sus derechos. Además de esto, la política toma presente el contexto local y actúa de manera multidisciplinar y también intergubernamental para mejorar elementos.
Adicción a una substancia
Esta situación se genera en el momento en que un sujeto es dependiente de una substancia o compuesto químico que ofrece un estado de satisfacción. Este ingrediente llega al cerebro por medio de la sangre y genera cambios en la manera de marchar. Entre las adicciones a substancias químicas logramos hallar modelos legales y muy recurrentes en la sociedad como la nicotina, fármacos, alcohol o cafeína. Por otro lado, asimismo hay sumes a drogas ilegales como la mariguana, la cocaína o la heroína entre otros muchos. En este conjunto, hay adicciones con efectos graves para la salud como la dependencia a la heroína oa la nicotina, y otras, como la adicción a la cafeína, que no ocasionan inconvenientes trascendentales.
Este género de dependencia pasa en el momento en que un individuo es adepta a alguna actividad o conducta que le crea un estado de confort. Las situaciones más habituales son la ludopatía, adicción a los juegos para videoconsolas, la comida, el deporte, el trabajo o las compras.