adicción al trabajo en el contexto laboral

El porcentaje de adeptos al trabajo en España es en la actualidad del 4,6% y en poco mucho más de tres años podría acrecentar el 11,8% de los trabajadores, según una investigación de tres universidades españolas.

Especialistas de la Facultad Politécnica de Valencia, la Facultad Jaume I de Castellón y la Facultad del País Vasco apuntan que este incremento podría deberse no solo a causantes sentimentales de los propios usados, sino más bien asimismo a la presión de la crisis económica.

Definición de adicción al trabajo

Así como señala su nombre en inglés (workaholic o “trabajólico”) definimos la adicción al trabajo tal y como si se tratase de un inconveniente de control de impulsos, una necesidad imperiosa de trabajar y asumir poco a poco más y mucho más responsabilidades en el campo laboral. Son adeptas esas personas que, por poner un ejemplo, no tienen la posibilidad de despegar del teléfono y están comentando regularmente con clientes del servicio, distribuidores o con sus superiores. Ser dependiente al trabajo asimismo comporta no tener días de reposo ni instantes de desconexión mental.

En el momento en que consultamos el CIE-11 o el DSM-V, manuales más especial para lograr hacer un diagnostico un trastorno, no estamos con ninguna categoría que contemple particularmente este inconveniente.

drogas

No obstante, tenemos la posibilidad de charlar de un trastorno de control de impulsos o trastorno no relacionado con substancias, como la ludopatía o la adicción a las compras.

Las comunidades promueven que nos definimos a través del trabajo

Autoras como Antídotos Zafra (El entusiasmo) o Jenny Odell (De qué forma no realizar nada) afirman que desde la llegada de las comunidades cada vez es más difícil huír a la narrativa que vincula el trabajo a la identidad. Habitamos un contexto donde ponemos nuestra profesión en el perfil de Instagram y usamos una comunidad de búsqueda de trabajo aun en el momento en que ahora poseemos uno. LinkedIn no solo blanquea la adicción al trabajo, sino incentiva aún mucho más la narrativa aspiracional a su alrededor. Te manda alertas y correos electrónicos a fin de que no te distraigas por el hecho de que jamás sabes cuándo puede salir una exclusiva oferta laboral mejor que la que tienes.

Y, exactamente la misma ver Fotocasa o Idealista nos transporta a proyectar nuestra vida en estas casas que no tenemos la posibilidad de abonar, en el momento en que entramos en un desarrollo de selección comenzamos a ver de qué forma sería nuestra vida si nos cogiesen para este lugar tan demandado y bien comprado.

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