adiccion a practicas de bdsm segun genero

El sadomasoquismo puede considerarse como un género de juego, prioridad o identidad sexual en el que un sujeto consigue satisfacción al recibir mal, infligir mal o los dos. De manera frecuente llamado S&M, el sadomasoquismo es una parte de una gran categoría de prácticas sexuales consensuales y estilos de vida populares como BDSM. BDSM es un acrónimo de «esclavitud y especialidad», «dominación y sumisión» y «sadismo y masoquismo».

El sadomasoquismo puede ser bien difícil de comprender para la gente y para muchos puede parecer claramente espantoso. Para la gente que eligen una vida sexual mucho más vainilla sin arrugas, puede parecer extraño que haya personas que deseen ser azotadas, encadenadas incómodamente a una cruz, azotadas o torturadas de alguna otra forma. Del mismo modo perturbador puede ser imaginarse a sí mismo siendo la persona que goza realizando estas cosas con el resto. Para bastante gente, las prácticas socias con el sadomasoquismo tienen la posibilidad de ocasionar reacciones fuertes, en general una es «¡O sea arriesgado!». «

El sexo desde la independencia individual

En múltiples posts he hablado sobre que:

El deseo sexual es un impulso individual que se puede entrenar de manera individual, en pareja o grupal.

La prima línea entre trastorno y conducta

¿Dónde se encuentra el límite? Está en la necesidad. Existe quien, por disfrutar del sexo, siente la necesidad de integrar estos juegos y no se observa con la capacidad de disfrutar de una relación sin entrenar la dominación. Jugar a forzar no alcanza a ser sadomasoquismo como tal, sino es una práctica sexual como cualquier otra.

“Existen muchos ejemplos de personas que han añadido en sus rituales privados esta clase de prácticas y no piensa un inconveniente, sino lo gozan. Les se utiliza para romper la monotonía. Incorporarlo en tu vida sexual no es un inconveniente, siempre y cuando las dos partes estén en concordancia”, afirma José Bustamante.

Sadomasoquismo: practicarlo en pareja sí, pero siempre y en todo momento de una manera saludable 

En este sentido, lo más esencial en este género de prácticas sexuales es que los dos integrantes de la pareja estén conformes y se realice siempre y en todo momento desde el respeto. De esta manera, habiéndolo acordado, no se da sitio a ningún deterioro personal y sí, al disfrute sexual.

En el sadomasoquismo, como ahora comentamos, se busca el exitación sexual a través de la dominación y/o la sumisión. En ciertos casos, intervienen algunas formas de proceder con un límite de agresividad pactada (como puede ser la situacion de los latigazos), o de degradación (asimismo acordada, como por servirnos de un ejemplo en el momento en que se le solicita al integrante sumiso que sostenga la cabeza baja o camine como un perro, etcétera.). Hay incontables maneras de ejercer la dominación y/o el dominio a fin de hallar exitación para todos los que lo practican.

Sumisión

Es el papel complementario a la dominación. En un caso así, el sujeto adopta una posición de subyugación que le pone bajo la intención del dominante. La persona sumisa obedece y deja las acciones del compañero, siempre y en todo momento de manera facultativa y consensuada.

Se refiere a las prácticas eróticas en las que un individuo consigue exitación infligiendo mal o degradación a la otra. Nuevamente, cualquier práctica que entre en esta categoría ha de ser segura y consensuada, en tanto que nada debe ver este término con el sadismo criminal.

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