Las adicciones comportamentales son aquellas en las que no intervienen las substancias psicoactivas, como el alcohol o las drogas. Un individuo con adicción a las compras es aquella que se siente inútil de supervisar el deseo de obtener diferentes productos con independencia de su necesidad o de sus medios económicos. Black Friday 2020 pone al descubierto estos aspectos en estas personas. Los adeptos y adeptas a las compras consiguen una “emoción plus” de la experiencia diaria que representa comprar una necesidad. Va del sol que estos lo hacen de manera apremiante. La experiencia subjetiva es afín o semejante a la que tiene un alcohólico, un cocainómano o un ludópata.
Conforme se reitera de manera frecuente el desarrollo de compra, el cerebro del dependiente libera las substancias químicas del exitación y la recompensa: las endorfinas y la dopamina. Como sucede con la mayor parte de los adeptos, al alcohol, la cocaína o las drogas, transcurrido el tiempo el sujeto se volverá dependiente a las compras. La adicción radica en el desarrollo de procurar regresar a hallar los sentimientos de euforia que sienten al obtener. De la misma forma, un dependiente a las compras procura compensar el malestar que se genera al no tener los productos en sí.
El avance de la sociedad de consumo
Los cambios culturales acontecidos en los últimos tiempos, influidos en buena medida por el apogeo de la propaganda, han contribuido al avance de una sociedad de consumo que generó un incremento notable de la adquisición de todo género de elementos y ocupaciones de ocio, acrecentando de manera un poco falsa las pretensiones y los deseos de los individuos. Las distintas secuelas, en especial el alto coste que crea esta conducta desaforada, hicieron que se transforme en entre las problemáticas de naturaleza psicosocial que mucho más interés ha generado a varios expertos y también estudiosos, llegando a alcanzar la expresión “adicción a las compras” .
Adicción a las Compras: una Adicción Conductual
Formas de proceder como obtener, jugar o trabajar se consideran pautas ordinarias y socialmente admitidas. No obstante, en el momento en que un accionar desmedido en uno de estos campos empieza a entorpecer en la vida de la persona, de qué manera invertir una cantidad notable de dinero en compras verdaderamente superfluas, dedicar tiempo elevado al trabajo o gastar enormes proporciones de dinero en el juego, limitando esta clase de formas de proceder a otros hábitos o prácticas, tenemos la posibilidad de charlar de lo que se conoce como “adicción conductual”.
Una adicción conductual es una adicción que no está relacionada con el abuso de una substancia (tabaco, drogas…), sino es un género de adicción en el que se pierde el control sobre un accionar preciso que hace dependencia. Hablamos de una problemática cuya detección es muy dificultosa gracias a la normalización generada por el contexto social y cultural. En la situacion de la adicción a las compras, la identificación se genera en el momento en que la adquisición apremiante ya no es una actividad lúdica para transformarse en una necesidad, donde la persona pierde el control de los actos llegando a efectuar compras de manera apremiante.