abordaje de las adicciones en el sistema sanitario español

Rodríguez de Fonseca justificó esta iniciativa con el razonamiento de que hablamos de «entre las anomalías de la salud crónicas mucho más esenciales hoy en día».

El estudioso, que asistió a los tutoriales de verano que la Facultad de Málaga organiza en la ciudad de Vélez-Málaga, apuntó que a pesar del abundante conocimiento que se tiene el día de hoy sobre la adicción, « todavía no hay tratamientos farmacológicos o de accionar eficientes».

La aparición de las drogas como un inconveniente

Ya hace un siglo precisamente tanto desde la medicina como desde el derecho se comienza a ver la utilización de drogas como una actividad “antisocial” ”. Algo que hasta ese instante no era concebido como inconveniente popular comenzó a serlo. El razonamiento sobre la peligrosidad y amenaza hacia terceros que crea el consumo de drogas fue el mucho más usado para justificar los tratamientos que aconsejaban los expertos para los adeptos a las drogas. Las acepciones de los términos «toxicómano», «dependiente», «drogadependiente» o «drogadicto» asimismo argumentan a creaciones que cambian durante la historia y que refieren a los distintos conjuntos sociales que los manifiestan. Investigar estos conceptos supone hablar de los diferentes modelos ideológicos latentes al análisis. La primordial diferencia entre ellos es el nivel de importancia que dan a todos los elementos interactuantes –sustancia, sujeto, contexto– desprendiéndose, por consiguiente, medidas sociales, precautorias, legislativas y sanitarias de muy diversa índole dependiendo del enfoque que se tenga presente. Por norma general, los estudios sobre los distintos usos de drogas coinciden en estimar una interacción incesante entre tres elementos que forman una parte del fenómeno y que son precisos en el momento de efectuar cualquier análisis: substancias, individuos y contexto.

Sabiendo estos tres elementos, se define la utilización de drogas como la utilización de substancias con el propósito de calmar una patología (por poner un ejemplo usar fármacos correctamente recetados por un facultativo) o de presenciar experiencias agradables (por servirnos de un ejemplo fumar o tomar alcohol de manera moderada en las comidas o fuera de ellas). Como ven, la utilización de drogas es medido y planeado y está con relación a reglas consensuadas por la mayor parte de la gente que tienen dentro una cultura cierta, que consumen en contextos concretos. El abuso de drogas, en cambio, hace referencia al consumo con determinada periodización y esenciales dosis; en la mayoría de los casos este género de consumo es recibido por conjuntos minoritarios en una sociedad. Entran en esta categoría, por servirnos de un ejemplo, los bebedores desmesurados de alcohol que consumen en asambleas o a lo largo de los últimos días de la semana. Las adicciones se dan en el momento en que la gente sienten que no tienen la posibilidad de prescindir de una substancia o de actividad, que se consume o efectúa de manera continuada en el tiempo. Charlamos de adicciones a ocupaciones y no solo a substancias por el hecho de que exactamente el mismo patrón de conducta que se establece con relación a las drogas puede establecerse con relación a ocupaciones como ver televisión, interaccionar con el computador o jugar de manera compulsiva. Se charla entonces de dependencia física y/o sicológica en la situacion del consumo de substancias y sicológica en la situacion de ocupaciones y de síndrome de abstinencia en el momento en que se prescinde del consumo.

PRINCIPALES DETALLES

Este primer acercamiento de los 2 tutoriales de capacitación continua en abordaje de las adicciones y de capacitación de “preventores” contó con la participación de sobra de 800 personas.

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